¿Personal Shopper o Agencia Tradicional?
El concepto de "personal shopper" y el de agencia tradicional son en realidad complementarios, y la elección entre uno u otro depende de los intereses tanto del comprador como del vendedor. La figura del personal shopper ha ganado relevancia en el mercado inmobiliario, lo cual no es sorprendente dada la importancia de la compra de una vivienda, que puede considerarse una de las inversiones más significativas de la vida de una persona. En un proceso que puede ser complicado, contar con ayuda profesional resulta esencial.
El mercado ha presenciado un crecimiento notable en la figura del personal shopper, tanto que los profesionales de este ámbito se han unido en la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AE-PSI), que define a estos profesionales como asesores inmobiliarios que defienden exclusivamente los intereses de su cliente comprador o inversor, y su número ha aumentado en un 50% en el último año. La cuestión clave es si esta figura representa una alternativa a la inmobiliaria tradicional o si más bien complementa su labor.
Una agencia inmobiliaria tradicional se ocupa de facilitar la compra y venta de una propiedad, mientras que un personal shopper se enfoca en buscar la propiedad ideal en nombre del cliente. Esta distinción es fundamental: los personal shoppers actúan como intermediarios entre compradores y vendedores, pero representan exclusivamente a su cliente, velando por sus intereses.
La elección entre ambos modelos depende de las preferencias del cliente. Algunos prefieren participar activamente en el proceso de compra y venta, en cuyo caso una agencia inmobiliaria tradicional puede ser la mejor opción. Otros prefieren delegar estas tareas por completo, en cuyo caso un personal shopper resulta más adecuado, ya que su papel es más representativo.
En cuanto al funcionamiento, las agencias inmobiliarias tradicionales gestionan una cartera de propiedades y se encargan de todo el proceso comercial, desde la promoción hasta la gestión de la operación. En contraste, el personal shopper trabaja exclusivamente para el comprador y se dedica a buscar la propiedad perfecta según las necesidades y preferencias de cada cliente.
El objetivo principal del personal shopper es garantizar una búsqueda personalizada que satisfaga al comprador, mientras que las agencias inmobiliarias tradicionales se centran en cerrar la venta de las propiedades que tienen en cartera.
En términos de gestión del tiempo, contratar un personal shopper inmobiliario puede reducir significativamente el número de visitas necesarias en comparación con una agencia tradicional, ya que se enfoca en filtrar las opciones de acuerdo con los criterios del comprador. En cuanto a los honorarios, mientras que las agencias tradicionales suelen cobrar un porcentaje del valor de la propiedad, los personal shoppers establecen tarifas fijas o mixtas, lo que les permite mantener su imparcialidad.
En resumen, aunque los modelos de personal shopper y agencia tradicional pueden parecer competidores, en realidad son complementarios y ofrecen opciones diferentes para satisfacer las necesidades de compradores y vendedores.
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